Empiezan a sonar las protestas en el Instituto Tecnológico de Mérida, y entonces empiezan a escucharse todo tipo de comentarios, comentarios axiomáticos, comentarios burdos, y aunque todos somos de libre expresión, me encoleriza leer y escuchar comentarios rústicos a mi carrera, nuestra carrera. Protestar no nos hace más inteligentes, más flojos, menos flojos, o “nacos” como algunos dicen. Porque es precisamente por ello que el país se encuentra así, nos quedamos callados a todo y todos y es por esa razón, que nuestro país sigue secuestrado por gobernadores venales. Por supuesto que voy a defender a la Ingeniería Industrial, por supuesto que voy a refutar a esos comentarios. La Ingeniería Industrial es una de las cosas que más amo, alguien me dijo que trabajara en lo que amara, y es precisamente eso lo que estoy tratando de hacer. NO se trata de una protesta por un simple cambio de sede, NO se trata solamente de la queja de camiones, NO SE TRATA DE PERDER CLASES (aunque implícitamente esto pase), NO se trata de una oposición al cambio, una de las tantas cosas que estudiamos los Industriales es justamente los beneficios del cambio, de la reingeniería, NO se trata de un pretexto patoso para no estudiar, para quejarse solo porque es un capricho, se trata de una exigencia justa, porque no existen FUNDAMENTOS SUFICIENTES PARA ESTE CAMBIO, se habla de que esto es nuevamente una decisión autoritaria que pasa por alto la opinión y menesteres del estudiante. No hay razones suficientes para mover la carrera, no es solo porque sea una carrera pionera de la Institución, porque cada una de las carreras impartidas en el tecnológico deben ser importantes para los directivos. La ingeniería industrial es una de las carreras más nobles y con trascendencia a nivel nacional, nuestra irreverencia mostrada es, porque queremos que la preocupación de nuestros directivos sea proveernos más recursos no privarnos de ellos. No podemos quedarnos callados solo porque algo nos parezca “naco” o innecesario, YO les aseguro que cada una de las personas que hemos alzado la voz, por una inconformidad, lograremos grandes cosas. No quiero ser escuchada solo porque se habla de mi carrera o por una cuestión de ego, quiero ser escuchada porque merezco ser escuchada.


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